La medicina china, mal llamada acupuntura, por fin se está dando a conocer en occidente. Los médicos de nuestra medicina oficial que no hace mucho despreciaban esta medicina como propia de pueblos atrasados, ahora mismo se afanan en hacer Masters en acupuntura que por arte de bibirloqui en tres meses les convierte en flamantes "expertos" capaces de pontificar en lo peligroso que es que ejerzan la acupuntura "gente no preparada". El caso llega al ridículo cuando estos mismos "expertos" niegan en ocasiones el derecho a ejercer a los mismos maestros que les enseñaron a ellos. Pero la vida es así, la medicina que debía ser la más altruista de las profesiones y tener como meta la sanación del enfermo se está convirtiendo en algo crematístico que importa más a quién paga el enfermo que quién le cura.
Se reconozca o no, para ser un buen practicante de la medicina china, hay que olvidarse de lo que sabemos de medicina oficial, cambiar nuestros "chips", manejar conceptos nuevos para nosotros, pero antiquísimos para los chinos, y aprender que lo "científico" es un concepto cambiante, que lo que hoy damos por bueno, mañana puede ser diferente.
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