El Consejo de Europa debatirá sobre si la Organización Mundial de la Salud ha actuado bien en la gestión de la crisis provocada por la gripe A. Ya eran miles las voces que habían denunciado que con la actuación de la OMS se estaba en realidad creando un alarmismo que beneficiaba a los laboratorios farmacéuticos, y después del desarrollo de la “pandemia” y del ridículo hecho en las previsiones sobre la letalidad y el contagio, las dudas son cada vez menos dudas y que alguien ha hecho algo mal está claro.
La pregunta del millón es: ¿incompetencia o intereses?
El cambiar la denominación de pandemia, que pasó de ser una epidemia con mucha mortalidad a una epidemia que se expande con rapidez, no tenía ningún objetivo sino que pandemia, a los neófitos, nos parecería más espeluznante y estaríamos más dispuestos a ponernos la vacuna y lo que hiciese falta.
Afortunadamente, este siglo de la información ha permitido que muchas voces desde Internet y desde otros foros se hayan atrevido a desmontar este tinglado (este blog, entre otros). Voces que han sido desautorizadas por algunos de los voceros de la medicina oficial y que ahora, ante el anuncio de una investigación dentro de la OMS, callan.
Lo que ocurre es que tiene muy poca credibilidad el que sea la OMS la que haga esa investigación, aunque diga que será “externa”. ¿No sería mejor que fuesen los jueces los que investigaran el caso? ¿No hay organismos judiciales internacionales para juzgar los crímenes de guerra? ¿Porque no los abusos contra la salud?
¿Dimitirá la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, por los 37 millones de vacunas compradas? ¿Quién dirige nuestra sanidad, los políticos o las farmacéuticas?
Creo que aquí no dimitirá nadie y en la OMS seguirán los mismos.